viernes, 28 de marzo de 2008

Voy a quedarme dormido en tu cintura

Al intento que asistimos de racionalizarnos la pasión, a ese ya no volveremos. La locura feliz será nuestro hogar, de puertas abiertas, de fuertes corrientes, de olor a verano en cualquier estación. El sol no se irá nunca de nuestras pieles, de tus ojos, de tu pelo. De mi carne.

Este momento es precioso. Vos, una gema.

Las notas más dulces de las canciones que me sacuden se acercan a lo que sos vos. Eso en días como los de hoy, con noches como las de ayer, no sólo no es poca cosa, sino que es más que todo. Porque lo es.

Hay momentos que son tus ojos, tus ganas de morirte de risa de mi, de todo, de hacerme preguntas que rompen todo, de disfrutarme de maneras que nunca podré disfrutar nada; un vaso de agua helada, un sol naranja, un beso; hasta un adiós. Nada. Tiene que ver con el Sentido, con la fuerza que hace mover las cosas y convertirlas en algo más elevado.

Cuando los reconozco, cuando me encuentro en ellos, absorto, siento el galope en el pecho, la tibieza en la nuca, la electricidad en la espina. Me hincho.

Absoluto, me convierto en La Simpleza, me elevo y floto, el mundo es más liviano y gira en cámara lenta; lo veo, lo aprecio, lo aprehendo y mis ojos se resetean. Reset. Re-Set. En esos momentos su Belleza es cierta y humilde; original, antigua. La del mundo, y la de mis ojos.

Gracias por la frescura. Y por los tuyos, otra vez.

Es como tener 4 años de nuevo, como la luz que atravesaba las cortinas beige de los otoños de mis 4 años en el Parque Rodó. Esa luz que un día te voy a mostrar, que no es blanca ni amarilla. Que es como un abrigo.

Como tu abrazo. Como vos.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Cosas viejas. Cosa vieja.

¿Será que realmente no queda otra? ¿Habré estado luchando contra molinos de viento? Yo no lo puedo creer.

No le creo al cuerpo. No le creo al espejo. No les creo nada; no puedo creerles. No les puedo creer...

Tantas preguntas. Tantas notas. Tantas combinaciones. Disculpen si me mareo un poco, es mucha vuelta para un sólo corazón. Como cuando el aire es demasiado y me ahogo y necesito dosificarlo; no porque no sea hermosa la sensación de la abundancia, pero sólo por no morirme, porque me necesito no muerto.

Para hacerlo otra vez.

Debo aprender acerca del encanto de lo histórico; ese que hace a un libro viejo tener más historias que el mismo libro, pero nuevo. El encanto de un disco gastado, que cantó más. Que gestó más danzas, inclinó más vasos, dio más vueltas, hizo roncas más voces; piano de vieja madera y teclas amarillas, canta para mi. Hazme girar.

¿Cómo reconocerme en medio de la Quijotada? ¿Cuál es el plan de esta felicidad tan efímera? Tan volátil, tan alcohólica. ¿Qué clase de hombre quieres hacer de mi?

Si aunque lo intente y haga mi esfuerzo más ingenuo, una vez embadurnado con la dulce gloria de la adolescencia, inmerso en la borrachera de la irresponsabilidad, bailando con la serendipia como un niño con la luna y su cordel... ¿cómo, realmente, reconocerme en falta con mi esencia?

Yo estaba convencido de que era ella misma mi esencia; bucanera, errante, atrevida, irreverente Peter Pan. Convencido en mente, cuerpo, alma y corazón. Y no quiero abandonar esa sensación. ¿Será de alternarla con alguna otra más adulta? Qué sueño, qué aburrido. ¿Será de engordar la panza de mi niñez caprichosa y volverla calva y sedentaria?

Debería escuchar más. Realmente escuchar más. Si es, además, lo que más me gusta. Definitivamente.

Estoy sólo descansando. "And if my thought-dreams could be seen / They'd probably put my head in a guillotine / But it's alright, Ma, it's life, and life only."

Thank you again, Bob.

martes, 25 de marzo de 2008

Por puro placer

Porque si, por el ejercicio nomás. Por pasar a saludar, por el arte de mover el aire de manera gentil, por el gusto de la fonía grata como grata es la miel fresca;  a ver cómo andabas. Porque tengo ganas y es mío.

Paso, reviso, saludo, pregunto que en qué andan?, que tanto tiempo. A ver si quedó algo sano, algo intacto. Lo escombros los esquivo con indiferencia, ya no son cosas, son nada, sólo son pedazos que valen menos que cero. Obstáculos inútiles, fáciles de esquivar; de burlar, si.

El recuento de los muertos es mera matemática, estadística, si se quiere. Uno más, uno menos, el reflejo de un mayor o menor éxito en la empresa foránea. Son sólo cuerpos, ya no personas.

Miles de mensajes, de inquietudes, de preguntas. Poco que responder. Mi paz, por favor, la estás pisando. Te animas a... gracias.

Un balsero esperando a cuál puerto, y que cuándo, que empieza a picar el hambre, a curtir el frío, que ya no somos los que éramos al zarpar. Y el temor de la frontera. Del rechazo. Hay que ser rápido como una gacela, sinuoso, sensual, sino erótico; la clave siempre ha sido convertirse en el deseado.

Mantenerse ahí. No perder el encanto. Aquello del equilibro. Palabras vagas.

Darle orden a las palabras tristes es más difícil que desordenarlas, o que ordenar las alegres, no por eso es un arte menos bello, delicado. Preciso.

Quizás parta hacia el oeste. Donde las sombras son más largas, el whiskey más abundante, el agua más preciada. Los tiros más certeros. La venganza más absoluta. El silencio sepulcral. Un sólo compañero, infalible. 

Siempre puedo regresar. El día perfilaba como determinante, mas no ha sido otra cosa que tedioso, largo en vano; demasiado varonil. El virus de la expectativa me ha cacheteado nuevamente: "este es mi hogar, forastero, fuera de mi propiedad", me ha gritado en la cara, apuntándome con su dedo fofo y lleno de secretos. Otra vez.

Ahora sólo quiero dormir, descansar en tu cintura; la necesito. Allí la vida es dulce, la muerte un chiste. Y si no despierto jamás, a lo mejor resulta mejor así.

Susúrrame, por favor, aquello que hace temblar mi fibra, las palabras que me regalas que hierven mi sangre.

Dímelo despacito, al oído. Por favor.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Today

"Un hombre escribe para expulsar el veneno que ha acumulado debido a su estilo de vida falso. Está intentando recapturar su inocencia, pero todo lo que logra hacer (escribiendo) es inocular el mundo con un virus de su desilusión. Ningún hombre pondría una sola palabra en un papel si tuviera el coraje de vivir aquello en lo que creía".

- H. V. M., que es Henry Valentine Miller.

Nada. Eso.

Gracias, claro.

viernes, 14 de marzo de 2008

Veneno

Me muerdo la lengua y me muero, seguro. Me intoxico del asco, no extirpo la célula enferma, está todita tomada y ya no hay vuelta atrás, ni hacia ningún lado; pronóstico reservado. Información confidencial, sólo para tus ojos. No estás preparado, ni cerca, boy.

"You can´t handle the truth". Lo sentimos mucho, hicimos todo lo posible. Ahora se lo devolvemos, tieso, pero. Firme por aquí por favor; gracias y que tenga un buen día. "Un buen día". ¿A quién se le ocurre?

Palabras para las sensaciones negras, hediondas; el asco es atroz. La nausea. "La nausée". La angustia existencial. ¿900 pesos por sesión? Sos un hijo de puta, te crees que sos Freud.

El experimento, y luego la nada. Esperar. El proceso tiene que ser, hacerse y reflejar su empíria.

Hay muchísimas palabras que deberían existir, otras tantas que recibir un prolijo tatequieto. Un buen revés. Pero algunas, si puedo pronunciarlas, si refieren a cosas, deberían existir; de hecho nacen en cuanto las condeno a adjetivar, a nominar, a sentenciar.

Nacen deformes, y como los hijos bastardos de las cosas que nadie quiere decir, contienen en su gen el código que es base de todo, el código del génesis, genético. Si axis es ribonucleico, su vena es circunstancial, túneles, solamente, para las aguas servidas que lo nutren. El alma cloacal, circuncidada. 

Observen al deforme, aprehéndanlo, en su inmundicia está ese gen. El cretino contiene el asco de la honestidad, de su brutalidad, si. Desde ya. 

Mas es el horror lo único puro. AK-47. Raskolnikovaia, y salud para todos.

Necesitaba algo como esto; una dosis.

¿Fuego?

Gracias.

martes, 11 de marzo de 2008

Shh...

Agazapada espera la bestia. Cuando hambrienta intensa en la tensión fértil de la caza, cuando herida disminuida con el miedo en la piel, en la vena, en el rincón donde se administra el sudor. Contraída, protegiéndose, cuidándose, por una vez. El rabillo del ojo se vuelve protagonista; mariscal en el campo de la batalla definitiva.

Así como la bestia es que me encuentran los días también a mi, agazapado, así; con la emoción pendular, esperando el momento justo, el preciso y adecuado. El que tiene que ser. 

Me aferro a la molleja fundamental con la devoción y la confianza que el niño a la mano de su madre; no la dejaré morir, no la dejaré atrofiarse. No puedo dejar que desaparezca en cuanto pretenda mantener la Esencia. No cerraré el portón de este patio al que salgo y juego como el niño que nunca abandonaré.

Cuando llegue ese momento, como una revelación, lo sabré; me daré cuenta, y se que lo se sólo porque quité los tapones de los oídos de mi corazón.

Abierto, él respira, relincha y galopa bravo hacia la gema. Cuando a ella haya llegado, cuando la alcance la contendrá, la cuidará celosamente; será aquella la que lo ale, la que lo eleve en su esencia de ser vivo a ser absoluto. De alucinante a fundamental. Ella, su detalle fundamental, lo convertirá en enorme. En Mejor.

Es cierto, si, estoy esperando. Espero. Quizás hasta haya decidido cuidarme, resguardarme a la sombra, guardarme un poco y darme al oficio del espectador; del que observa, mas no del que flota en expectativas ajenas. 

La ansiedad de la inmediatez es una cicatriz, una herida, nada más. Una página amarilla en el diario evidente de mi pasado. Pero no, no me he ido. 

No aun.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Last word spoken

El abismo del nunca más. Cuando lo último que escuchas es lo último que tengo para decir. Cuando el adiós se convierte en irrefutable, cuando embandera la crudeza del hasta nunca; al menos del ya no más. Cuando nos pasamos la factura del final, la cuenta por favor. Cuando lo que alguna vez fue depende ya de la casualidad y su cinismo; y ni así aun.

Jamás nos hubiéramos dado cuenta del desorden en el que vivimos el tiempo que vivimos, no si el final no nos hubiera puesto a hacer las valijas. A vaciar los cajones, a cambiar las sábanas, a buscar pasajes; nuevas moradas. Esto es sólo para vos.

"Your eyes are filled with sorrow. Hey, that´s no way to say goodbye." Gracias Leonard "fuckin' Einstein" Cohen.

¿Alguien vio el manual? Alguna idea, noción o directiva de cómo se hace esto de arrancar la raíz, de llevar el timón de la ejecución, cantar la voz de fuego. ¿Cómo se hace para que la boca hable lo que el corazón grita? ¿Cómo se hace para matar?

Nada alcanza, nunca nada será suficiente; de esta manera es que el silencio, por ser el cómplice más fiel de la ausencia, será la opción. La lágrima sin llanto. Mañana sin ti. Sidekicks.

¿Planes? Al tiempo me doy, me entrego a su cicatriz. De la manera que la tierra y sus siglos con el paso de las estaciones, volveré fértil. Las heridas en la panza necesitan tiempo para curar.

En la fibra: tenderness. Grief. Corteza y carne dura; ya llegará el sol a entibiarla nuevamente, en primavera. Necesito que no deje de bombear.

Todo estará en orden.