viernes, 14 de marzo de 2008

Veneno

Me muerdo la lengua y me muero, seguro. Me intoxico del asco, no extirpo la célula enferma, está todita tomada y ya no hay vuelta atrás, ni hacia ningún lado; pronóstico reservado. Información confidencial, sólo para tus ojos. No estás preparado, ni cerca, boy.

"You can´t handle the truth". Lo sentimos mucho, hicimos todo lo posible. Ahora se lo devolvemos, tieso, pero. Firme por aquí por favor; gracias y que tenga un buen día. "Un buen día". ¿A quién se le ocurre?

Palabras para las sensaciones negras, hediondas; el asco es atroz. La nausea. "La nausée". La angustia existencial. ¿900 pesos por sesión? Sos un hijo de puta, te crees que sos Freud.

El experimento, y luego la nada. Esperar. El proceso tiene que ser, hacerse y reflejar su empíria.

Hay muchísimas palabras que deberían existir, otras tantas que recibir un prolijo tatequieto. Un buen revés. Pero algunas, si puedo pronunciarlas, si refieren a cosas, deberían existir; de hecho nacen en cuanto las condeno a adjetivar, a nominar, a sentenciar.

Nacen deformes, y como los hijos bastardos de las cosas que nadie quiere decir, contienen en su gen el código que es base de todo, el código del génesis, genético. Si axis es ribonucleico, su vena es circunstancial, túneles, solamente, para las aguas servidas que lo nutren. El alma cloacal, circuncidada. 

Observen al deforme, aprehéndanlo, en su inmundicia está ese gen. El cretino contiene el asco de la honestidad, de su brutalidad, si. Desde ya. 

Mas es el horror lo único puro. AK-47. Raskolnikovaia, y salud para todos.

Necesitaba algo como esto; una dosis.

¿Fuego?

Gracias.

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