miércoles, 5 de marzo de 2008

Last word spoken

El abismo del nunca más. Cuando lo último que escuchas es lo último que tengo para decir. Cuando el adiós se convierte en irrefutable, cuando embandera la crudeza del hasta nunca; al menos del ya no más. Cuando nos pasamos la factura del final, la cuenta por favor. Cuando lo que alguna vez fue depende ya de la casualidad y su cinismo; y ni así aun.

Jamás nos hubiéramos dado cuenta del desorden en el que vivimos el tiempo que vivimos, no si el final no nos hubiera puesto a hacer las valijas. A vaciar los cajones, a cambiar las sábanas, a buscar pasajes; nuevas moradas. Esto es sólo para vos.

"Your eyes are filled with sorrow. Hey, that´s no way to say goodbye." Gracias Leonard "fuckin' Einstein" Cohen.

¿Alguien vio el manual? Alguna idea, noción o directiva de cómo se hace esto de arrancar la raíz, de llevar el timón de la ejecución, cantar la voz de fuego. ¿Cómo se hace para que la boca hable lo que el corazón grita? ¿Cómo se hace para matar?

Nada alcanza, nunca nada será suficiente; de esta manera es que el silencio, por ser el cómplice más fiel de la ausencia, será la opción. La lágrima sin llanto. Mañana sin ti. Sidekicks.

¿Planes? Al tiempo me doy, me entrego a su cicatriz. De la manera que la tierra y sus siglos con el paso de las estaciones, volveré fértil. Las heridas en la panza necesitan tiempo para curar.

En la fibra: tenderness. Grief. Corteza y carne dura; ya llegará el sol a entibiarla nuevamente, en primavera. Necesito que no deje de bombear.

Todo estará en orden.

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